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Internado en la Clínica Indisa, a la espera de un donante de corazón, permanece un conductor de ambulancia del SAMU de Viña del Mar que sufrió un paro cardiaco mientras trasladaba a un paciente crítico hasta ese centro privado en Santiago.
El hecho, que ha provocado conmoción entre sus compañeros de trabajo, afecta a Alejandro Venegas Rioseco, de 55 años, quien junto a un enfermero y paramédico se dirigían a la capital, cuando sorpresivamente comenzó a sentirse mal. Pero su compromiso con la comunidad le hizo seguir adelante conduciendo la ambulancia y no dijo nada para no preocupar a sus compañeros de viaje.
Una vez que el paciente llegó a destino informó de su dolencia y tras los exámenes practicados en la misma clínica se detectó que había sufrido un infarto y que su corazón estaba funcionando en un 17%.
Actualmente, Alejandro Venegas se encuentra en estado crítico conectado a una máquina extra corpórea que apoya el funcionamiento del órgano, esto mientras aparece un donante de corazón.
Sus compañeros de trabajo han organizado una cadena de oración que se realizará a las 20:00 horas por todo el tiempo que sea necesario.
