La rutina propia de un recinto carcelario muchas veces se ve quebrada debido a
un intento de fuga, motín u otro tipo de hecho que viene a terminar con el
orden interno. Estos sucesos pueden llevar a que los gendarmes se vean
obligados a utilizar su armamento con la finalidad de evitar que un recluso
evada la seguridad del recinto o incluso para salvar una vida.
Con el objetivo de repasar los conocimientos en el uso de armas de fuego y así
actuar adecuadamente frente a un suceso como los detallados con anterioridad,
se llevó a cabo una práctica de
tiro donde participaron cerca de un centenar de funcionarios uniformados del
Complejo Penitenciario de Valparaíso, recinto cuya población penal asciende a
2702 personas.
Esta capacitación estuvo encabezada por el sargento primero Manuel Beltrán,
quien detalló que para esta actividad “aplicamos todas las medidas de seguridad
referentes a cada una de las armas que tenemos como institución, como lo son:
revolver, pistola, subametralladora y escopeta”.
“La capacitación incluye específicamente la manipulación de las armas, las
medidas de seguridad y en qué circunstancias hacer uso de ellas. Esto se habló
en forma teórica y después viene el tema práctico, donde se le reitera como
usar bien el arma para impactar al objetivo”, sostuvo el integrante de la Sección de Armamentos y
Municiones (SAM) de Gendarmería.
Entre los participantes también hubo presencia de personal femenino. Una de
ellas fue la subteniente Maura Navarrete, quien es parte del nuevo contingente
que llegó a la región a fines del mes pasado.
“Si bien estoy recién egresada de la
Escuela , nunca está de más volver a perfeccionarse, sobretodo
en el ámbito de la seguridad, pues, nosotros, como gendarmes, tenemos un
constante manejo del armamento”.
Por su parte el subteniente Patricio Bocaz afirmó que: “El hacer esto constantemente nos ayuda a ir perfeccionándonos. El que nos estén recordando cómo se maneja cada uno de los armamentos que tenemos en las unidades penales nos sirve de mucho, tanto a nosotros, los oficiales, como a los funcionarios de la planta dos (suboficiales), que son los que más podrían llegar a utilizar el armamento”.
Esta práctica, desarrollada en el polígono de tiro del regimiento de Infantería
N° 2 Maipo, fue solicitada por el director regional de Gendarmería, coronel
Ricardo Quintana.